En el día del Padre, Luke Combs lanza "Fathers & Sons".

Independientemente de lo que pienses sobre su música, te guste o no, está claro que Luke Combs tiene talento.

En este momento, la música está cómo una especie de carrera armamentista, con enormes superestrellas de estadio lanzando álbumes de 30 pistas tratando de monopolizar las listas y dominar los algoritmos. Luke Combs está muy involucrado en este grupo de artistas más destacados de norteamémerica con un atractivo y generalizado estilo, especialmente después de su versión de Tracy Chapman “Fast Car” en dónde se se convirtió en la “Song of the Summer” de 2023 y se lanzó a ser un #1.

Y entonces, ¿qué hace Luke Combs contra pesos pesados como Taylor Swift y Morgan Wallen en la parte superior de las listas? Lanza un discreto y en su mayoría acústico álbum conceptual tradicional de doce canciones que profundiza en el amor compartido entre hijos y padres para coincidir con el Día de los Padres. Esto es bastante notable.

Fathers & Sons es de lejos el álbum mejor escrito de la carrera de Luke. También es por lejos el álbum más popular de su carrera. Conmovedor, mordaz, decidido, sincero y agraciado por el momento perfecto, es el material que esperabas que fuera, cuando Combs lo anunció hace solo una semana.

La clave para una buena canción sobre hijos, padres o familia en general, es capturar la emoción inherente a estas relaciones familiares sin ser demasiado emocional y sentimental.  Trabajar en grises y matices, y no afirmar lo más obvio es cómo aterrizar en un golpe emocional dejando que la audiencia llegue a las conclusiones por sí misma.

En cada una de las doce pistas de este álbum—, incluidas diez coescritas por Combs—, ese equilibrio se alcanza casi enseguida. La canción de apertura “Front Door Famous” captura la sensación de volver a casa con un par de chicos encantados de verte como si fueras una especie de superestrella, incluso en el caso de Luke Combs, él es ese persona. La carrera de un músico que siempre es llamado a viajar se convierte en la inspiración de corte para la canción “All I Ever Do Is Leave.”

Cuando Combs canta en la canción final, “¿Qué dice esto cada dos fines de semana y dejando todo?,” se corta, no importa si eres producto del divorcio. La mayoría de las temporadas y escenarios de paternidad se expresan en este álbum, desde los momentos dulces y sentimentales, hasta los de anhelo lejano o amor perdido, incluso para aquellos que han fallecido.

El tiempo es tan esencial para la potencia de este álbum, al igual que es esencial para todos los grandes momentos musicales. Luke Combs hizo este disco cuando sus hijos aún eran pequeños, y esa nueva sensación de paternidad todavía corría por sus venas, y su propio padre todavía está cerca para saborear estos momentos. Y sí, soltarlo en la semana del Día de los Padres cuando tantos padres, hijos e hijas están celebrando ayuda a centrar su atención en el tema, y saborearlo como si estuviera destinado a ser.

Este es el tipo de música que es perfecta para un domingo por la mañana: tempo lento o medio, reflectante y acústico como si estuvieras sentado en un porche trasero o en un muelle. Presenta apariciones de personas como Sam Bush, Bryan Sutton y Charlie Worsham en lugar de la habitual multitud de estudios modernos. Fathers & Sons ralentiza todo y le permite apreciar las cosas pequeñas de la vida y los momentos más importantes.

Este álbum no es una obra maestra. Y claro, algunos de los momentos o canciones pueden ser demasiado almibarados para algunos. Pero co-escritores como Lori McKenna, Jessi Alexander, Rob Snyder y Erik Dylan mostraron la visión que Luke Combs trajo a este álbum, e hizo una colección de canciones que es mayor que la suma de sus partes.

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