Nashville Dance Fest 2025: cuando la capital del country se rinde al ritmo del line dance.
El pasado fin de semana, del 5 al 7 de septiembre, la ciudad conocida mundialmente como “la capital de la música country” volvió a vibrar c...
El pasado fin de semana, del 5 al 7 de septiembre, la ciudad conocida mundialmente como “la capital de la música country” volvió a vibrar con una de sus expresiones más auténticas: el baile. El Nashville Dance Fest 2025, en su tercera edición, convirtió al legendario Nashville Palace en un universo de música, pasos sincronizados, botas brillantes y una energía que solo esta ciudad sabe transmitir.
Un festival que crece con la fuerza de una tradición
El line dance y el two-step no son solo estilos de baile: son parte de la identidad cultural estadounidense, y en Nashville encontraron el lugar perfecto para desplegarse. El Dance Fest nació con la intención de reunir a la comunidad del baile country, pero en apenas tres ediciones se ha transformado en un evento internacional, con asistentes llegados desde 48 estados de EE.UU. y siete países.
Este 2025, el festival ofreció más de 90,000 pies cuadrados de espacio para la celebración, divididos en cuatro pistas de baile, escenarios interiores y exteriores, áreas de descanso, gastronomía y un colorido mercado western.
“El objetivo siempre fue crear un lugar donde todo suceda al mismo tiempo: música, baile, comunidad. Queremos que la gente sienta el poder sanador del baile, que conecta y alegra”, expresó Taylor Winston, cofundador del evento.
La fórmula: talleres, competencias y conciertos
El Nashville Dance Fest Vol. 3 apostó por una programación tan diversa como intensa:
-
Más de 70 talleres de baile impartidos por instructores de prestigio nacional, con opciones que iban desde los pasos básicos hasta técnicas avanzadas de swing, dips & tricks y two-step.
-
Competencias abiertas y Pro/Am, con trofeos, premios en efectivo y becas, que dejaron claro que el festival no solo es celebración, también es plataforma para el talento emergente.
-
Conciertos en vivo todas las noches, con un cartel que combinó juventud y tradición: Erin Kinsey, Kaleb Sanders, Sheyna Gee, Chase McDaniel, Teddy Robb, Myles Erlick, Annie Bosko y Justin Holmes. Cada presentación se convirtió en un estallido de energía que cerraba las jornadas con la fuerza de la música country más actual.
Un espacio de encuentro: moda, sabores y comunidad
El Dance Fest también se consolidó como una ventana a la cultura country en su versión más completa. La plaza de vendedores ofreció desde botas y sombreros hasta prendas especializadas para el baile. Los food trucks y bares artesanales deleitaron con sabores típicos del sur estadounidense, mientras que los lounges VIP dieron un toque de exclusividad a quienes buscaban un respiro entre sesiones.
No faltaron las tendencias de moda country contemporánea, con un auge de las botas brillantes, camisas con detalles bordados y sombreros personalizados, un recordatorio de que el line dance es también un lenguaje estético.
Una filosofía clara: “All boogie, no drama, y’all”
El lema del festival resume su espíritu: “All boogie, no drama, y’all!”. La idea fue clara desde el inicio: un evento abierto, inclusivo y alegre, donde el baile se convierte en terapia, celebración y encuentro intergeneracional.
La pista reunió a jóvenes veinteañeros con veteranos de la cultura country, familias completas que viajaron desde otros estados, turistas curiosos y hasta bailarines profesionales. El resultado fue una experiencia donde el ritmo, más que una coreografía, se transformó en un idioma universal.
Nashville, epicentro mundial del baile country
Si bien el line dance nació como un fenómeno popular en pequeños clubes y honky tonks, hoy vive un renacimiento global, con comunidades activas en Europa, Asia y América Latina. Nashville, con su peso histórico en la música country, es el escenario perfecto para este resurgir, y el Dance Fest se ha posicionado como su cita obligada.
“Aquí no solo bailamos, aquí construimos comunidad”, comentaba una de las participantes internacionales, proveniente de Alemania, que encontró en el festival no solo talleres de primer nivel, sino una verdadera familia de baile.
El Nashville Dance Fest 2025 demostró que el line dance no es una moda pasajera, sino una tradición viva que se reinventa año tras año. En sus pistas de baile se cruzaron historias, culturas y generaciones, unidas por la música country y el poder de moverse al mismo compás.
Nashville volvió a confirmar por qué es más que una ciudad musical: es un lugar donde la cultura country respira, evoluciona y se expande al mundo, paso a paso, al ritmo de cada canción.