Earl Scruggs Music Festival: Música Bluegrass y homenajes vibrantes.

En las montañas cercanas a Shelby, cuna de Earl Scruggs, el espíritu del banjo late con fuerza renovada. Durante un fin de semana, el Tryon International Equestrian Center —un recinto que combina escenario, naturaleza y comunidad— acogió la cuarta edición del Earl Scruggs Music Festival, concebido para perpetuar el legado del icono del bluegrass.
Un sueño familiar y espacio ideal para la tradición

El festival nació del anhelo de su sobrino, JT Scruggs, quien con apoyo del Earl Scruggs Center transformó este homenaje en una celebración anual que ya forma parte de los eventos imprescindibles del circuito roots. El Tryon, con sus alojamientos, zonas de camping, restaurantes, arenas ecuestres y espacios verdes, es un escenario perfecto: un pueblo dentro del festival.

Su cometido no es sólo musical: busca que cada asistente descubra o reencuentre quién fue Earl Scruggs. Por ello, además de la música en cuatro escenarios, se ofrecen charlas, entrevistas y demostraciones del mismísimo estilo Scruggs del banjo.

El virtuoso del banjo y ganador del IBMA, Tony Trischka, protagonizó talleres y presentaciones didácticas sobre la técnica Scruggs. En un momento emotivo, JT le entregó a Trischka una chaqueta de escena del propio Earl, reconociendo públicamente su labor por mantener vivo su legado.

Los grandes del escenario principal

• Alison Krauss & Union Station: Con una resonancia extraordinaria, Krauss deslumbró con casi dos horas de show. El público contenía el aliento durante clásicos como “Whiskey Lullaby” y “Baby, Now That I’ve Found You”, en una demostración de perfección sonora.

• Sister Sadie: Esta banda femenina de Nashville levantó pasiones con su energía instrumental y vocal, interpretando versiones vibrantes como “Avalanche” y “I’m a Lonesome Fugitive”.

• The Earls of Leicester: El supergrupo tributo que reinterpreta la música de Flatt & Scruggs, con la presencia estelar de Sierra Hull y Rob McCoury. Su versión del clásico “Foggy Mountain Breakdown” encendió el escenario bajo un sol abrasador.

• Sierra Hull también brilló en el set de los Nitty Gritty Dirt Band y en su propia actuación, dejando claro que es una de las figuras más sobresalientes del bluegrass actual.

• The War and Treaty: Con su amplia paleta de estilos —desde Gershwin a bluegrass—, conquistaron al público con su carisma, bajando al público y compartiendo afecto en cada paso.

• Shawn Camp & Verlon Thompson revivieron historias inolvidables de Guy Clark como “Desperados Waiting for a Train”, mezclando anecdótica y canción con delicada precisión.

• Sam Bush, fundador del bluegrass progresivo, ofreció una actuación vibrante. El festival lo sintió como punto de encuentro entre tradición y exploración sonora.

• The Del McCoury Band representó la autenticidad pura del bluegrass clásico. Su voz y su vínculo con Bill Monroe reafirmaron su estatus de leyenda viviente.

• Authentic Unlimited y el Travis Book String Band aportaron juventud, impecables armonías y energía para el futuro del género.

El festival también respondió a la realidad que sacudió la región: el huracán Helene del año anterior devastó localidades del oeste de Carolina del Norte. Por ello, se presentó Healing the Hollers, un movimiento que canaliza recursos hacia músicos y espacios culturales afectados. En el escenario, artistas como Unspoken Tradition y Cloyd & Zoe interpretaron “Weary Town”, un canto cifrado de resistencia y diálogo colectivo.

El Earl Scruggs Music Festival no solo celebra una técnica o una leyenda. Es un cruce intergeneracional: herederos como JT custodios del recuerdo, artistas contemporáneos que renuevan el legado y audiencias que abren sus corazones al bluegrass. En un país donde la tradición convive con la innovación, este festival trabaja como un altar vivo a la música, la memoria y la comunidad.