George Strait: El Rey Silencioso del Country
En un mundo musical donde el ruido, el escándalo y la controversia parecen ser moneda corriente, George Strait ha reinado en silencio. Con su sombrero bien calzado, una guitarra entre las manos y una voz que parece salir de los campos del sur de Texas, este ícono del country estadounidense ha construido un legado tan sólido como discreto.
Nacido para cabalgar y cantar
George Harvey Strait nació el 18 de mayo de 1952 en Poteet, Texas, y creció en las llanuras rurales del estado que más tarde lo reclamaría como propio. Su infancia transcurrió entre campos de ganado y tardes de rodeo. El country no era para él una moda: era su lengua materna.
Fue durante sus años universitarios en la Southwest Texas State University (hoy Texas State University) cuando Strait formó su primera banda, Ace in the Hole, tocando en bares locales, bodas y fiestas de granero. Pero nadie imaginaba que aquel joven callado con jeans y botas se convertiría en una de las leyendas vivas del género.
La resurrección del country tradicional
En 1981, Strait irrumpió en la escena musical con su primer sencillo, “Unwound”. Era una época en que el country pop dominaba las listas, pero George no se dejó tentar por sintetizadores ni modas de Nashville. Su estilo, basado en el honky-tonk clásico, el western swing y el country tradicional, devolvió al género a sus raíces.
Su primer álbum, Strait Country, fue un manifiesto silencioso: el country tradicional no había muerto. A lo largo de las décadas, encadenó éxito tras éxito, con más de 60 sencillos número uno, más que ningún otro artista en la historia de la música, y más de 100 millones de discos vendidos.
El hombre detrás del mito
A diferencia de muchas estrellas, George Strait nunca buscó los focos de Hollywood ni los titulares. Casado con su novia del instituto, Norma, desde 1971, se mantuvo fiel a sus raíces, tanto personales como musicales. Su vida estuvo marcada también por la tragedia: en 1986, su hija Jenifer murió en un accidente automovilístico. Desde entonces, Strait evita las entrevistas personales, enfocando su energía en la música y en la fundación que lleva el nombre de su hija.
El retiro que nunca fue total
En 2014, Strait se despidió de las giras con un concierto histórico en Arlington, Texas, ante más de 104.000 personas, batiendo récords de asistencia. Sin embargo, el silencio duró poco. Continuó grabando música y haciendo presentaciones esporádicas. En 2023, volvió a llenar estadios y, con más de 70 años, demuestra que la corona del country sigue bien puesta.
Un legado imperecedero
George Strait no necesita gritar para ser escuchado. No necesita escándalos ni coreografías. Solo le basta una melodía sencilla, una voz auténtica y una historia bien contada. En un género que ha evolucionado en mil direcciones, él ha sido el ancla, el referente, el rey que nunca se proclamó, pero que todos reconocen.
Hoy, desde las radios rurales de Texas hasta los auditorios más modernos del país, George Strait sigue siendo sinónimo de country. No del country de moda, sino del que se siente en el alma, del que huele a tierra mojada y suena a caballos trotando al atardecer.
George Strait no necesita presentación. Él es la presentación.